La modernización, el mantenimiento y la ampliación de la infraestructura formarán la base de un concepto previsor para el desarrollo socio-económico. La calidad y eficiencia del sector hídrico se convertirán en álabes para el desarrollo, en lugar de solamente reaccionar ante los desafíos sociales, ecológicos y económicos como migración, globalización, escasez de recursos y destrucción medio-ambiental; un desarrollo sostenible para municipio, región y país, naciente de los principios de sostenibilidad, responsabilidad social y medio-ambiental, y en beneficio del estado, usuarios, medio-ambiente, sociedad e inversionistas.
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